9 señales de que tus hijos adultos resienten en secreto cómo los criaste

Imagen de una joven y su madre charlando en el sofá mientras toman un café.
En una conversación, su hijo adulto puede hacer comentarios sutiles sobre su infancia que transmiten un trasfondo de dolor. Estos comentarios pueden parecer bromas, pero generalmente hay una verdad seria detrás del humor. Por ejemplo, durante una conversación sobre el ascenso de alguien, podrían decir algo como: “Qué bien que reconozcan tus logros”, con una mirada directa hacia ti. O al hablar de cómo gestionan las emociones de sus hijos, podrían mencionar: “De hecho, escucho cuando mis hijos están molestos”.

Estos comentarios, aunque envueltos en sarcasmo o risa, a menudo revelan heridas emocionales de larga data. Puede que no se sientan preparados, o lo suficientemente seguros, para una conversación directa, así que, en cambio, expresan sus sentimientos con comentarios velados y cargados de emoción.

4. Reaccionan con fuerza a las conductas parentales habituales.
Si tu hijo adulto arrastra el dolor persistente de su crianza, podrías notar que incluso los comentarios bien intencionados, como ofrecer retroalimentación “útil”, se enfrentan a reacciones inusualmente severas o defensivas.

Los expertos sugieren que esto se debe a que esos momentos se sienten como flashbacks emocionales. Recordar las críticas o el control del pasado los transporta directamente a cuando se sintieron impotentes o juzgados de niños. Así que, aunque su reacción pueda parecerte exagerada, a menudo se debe a heridas sin resolver que no han sanado del todo.

Lo que puede parecerte hipersensibilidad es, en realidad, una señal de que algo del pasado aún les afecta, algo de lo que quizá aún no sepan cómo hablar o superar.

5. Imponen reglas estrictas sobre tu interacción con sus hijos.

Si tu estilo de crianza no ha cambiado mucho con los años, podrías descubrir que tu hijo adulto limita tu acceso a tus nietos o te vigila de cerca cuando estás con ellos.

Este tipo de comportamiento cauteloso suele reflejar problemas de confianza más profundos. Puedes sentir que te supervisan más que te incluyen, y cuando llegan las visitas, se espera que respetes límites que pueden ir directamente en contra de tu forma de criarlos.

En el fondo, hay un profundo instinto protector. Tu hijo adulto puede estar intentando, consciente o inconscientemente, evitar que sus hijos experimenten el dolor o la incomodidad que él alguna vez sintió. Independientemente de si este nivel de precaución es realmente necesario, se debe a heridas no resueltas, no solo a preferencias parentales.

6. Rara vez atribuyen sus éxitos a su crianza.

Cuando su hijo adulto reflexiona sobre sus logros, los elogios suelen recaer en influencias externas: maestros, entrenadores, amigos o incluso en su propia autodeterminación. Puede notar que cualquier papel positivo que usted haya desempeñado se minimiza o se omite por completo.

Pueden presentar sus logros como algo que lograron a pesar de su infancia, no gracias a algo que usted les proporcionó. Y cuando se les pregunta directamente, pueden tener dificultades para identificar qué fue bueno o beneficioso en la forma en que fueron criados.

Esto no significa que su infancia careciera de valor. Simplemente significa que el dolor emocional aún…

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