Descubrí a mi marido entrando en la habitación de nuestra hija todas las noches. Una cámara oculta reveló algo que me hizo temblar y entrar en pánico.
La cámara
Estaba aterrorizada.
No solo por perder la fe en mi marido, sino por descubrir algo mucho peor.
Así que escondí una pequeña cámara en un rincón de la habitación de Emma.
Le dije a Evan que estaba revisando el sistema de seguridad de nuestra casa, pero la verdad era que lo estaba vigilando.
Esa noche, abrí la transmisión en vivo en mi teléfono.
Alrededor de las 2 a. m., Emma se incorporó en la cama, con los ojos abiertos, pero inexpresivos.
Empezó a caminar lentamente por la habitación, golpeándose la cabeza ligeramente contra la pared antes de detenerse.
Mi corazón se paró.
Momentos después, la puerta se abrió.
Evan entró.
No entró en pánico. No gritó. Simplemente se acercó, la abrazó y le susurró algo que la cámara no pudo grabar.
Emma se relajó, se volvió a acostar y se quedó dormida.
Estuve despierta hasta la mañana, temblando, sin poder cerrar los ojos.
El diagnóstico
Al día siguiente, fui al hospital infantil del centro y le enseñé las imágenes a un pediatra.
Después de verlas, me miró atentamente y dijo:
“Su hija es sonámbula; es un trastorno del sueño que a menudo se desencadena por miedo o estrés emocional”.
Luego preguntó:
“¿Alguna vez estuvo separada de usted durante mucho tiempo cuando era pequeña?”.
Me quedé paralizada.
Parecía creíble, pero dentro de mí, algo se tensó: un temor silencioso e inquietante, como el aire antes de una tormenta.
La cámara
Estaba aterrorizada.
No solo por perder la fe en mi marido, sino por descubrir algo mucho peor.
Así que escondí una pequeña cámara en un rincón de la habitación de Emma.
Le dije a Evan que estaba revisando el sistema de seguridad de nuestra casa, pero la verdad era que lo estaba vigilando.
Esa noche, abrí la transmisión en vivo en mi teléfono.
Alrededor de las 2 a. m., Emma se incorporó en la cama, con los ojos abiertos, pero inexpresivos.
Empezó a caminar lentamente por la habitación, golpeándose la cabeza ligeramente contra la pared antes de detenerse.
Mi corazón se paró.
Momentos después, la puerta se abrió.
Evan entró.
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