Lleva a su amante a un hotel de 5 estrellas, pero se sorprende cuando su esposa entra como la NUEVA propietaria.

Nadia dio un paso atrás.

“Me… me voy”, murmuró. “No quiero problemas”.

“No te vayas por mi culpa”, dijo Jimena, y su tono la detuvo en seco. “De hecho, deberías quedarte. La habitación ya está pagada”. Disfruta del spa, pide el servicio a la habitación, aprovecha todas las comodidades. Considéralo una compensación por tu tiempo.

“¿Qué haces?”, susurró Tomás, furioso.

“Para ser justos”, respondió ella. “Nadia no te hizo ninguna promesa. Tú sí. Ella se merece, como mínimo, una noche tranquila. Tú, en cambio…”

Nadia la miró, todavía temblando.

“Lo siento, señora Briones. La verdad es que no sabía que estaba casado. No usa anillo cuando viaja”.

“Te creo”, dijo Jimena, esta vez con un toque genuino de compasión. “No es la primera vez que usa ese truco”.

Nadia le arrebató la tarjeta de la mano a Tomás, casi arrancándosela, y corrió hacia los ascensores.

Tomás quiso seguirla, pero Jimena le bloqueó el paso con una sola mirada.

“¿Podemos hablar de esto en privado?”, preguntó.

 

 

⏬ Continua en la siguiente pagina ⏬

Leave a Comment