¿Quién no ha suspirado frente al espejo al descubrir una nueva imperfección o una arruga más pronunciada? Es una realidad cotidiana para muchas mujeres. ¿La causa? Factores familiares: el paso del tiempo, por supuesto, pero también nuestro ritmo de vida ajetreado, el estrés, una dieta a veces desequilibrada y, sobre todo, nuestro peor amigo: el sol.
La exposición a los rayos UV debilita significativamente nuestra piel y acelera la pérdida de colágeno y elasticidad. Como resultado, la piel se vuelve más fina y menos tersa, y pueden aparecer trastornos de la pigmentación, como las conocidas manchas marrones. Por suerte, nunca es tarde para mimar tu piel y recuperar su luminosidad natural.
¿Por qué aparecen estas manchas?
Las manchas que aparecen en las manos, especialmente con la edad, suelen llamarse manchas marrones o manchas de la edad . Su nombre correcto es lentigos solares . Se deben principalmente a la exposición solar repetida a lo largo de los años. Es casi como si la piel recordara cada rayo UV al que se ha expuesto… y, con el tiempo, se nota.
Estas manchas aparecen sobre todo cuando la producción de melanina (el pigmento natural de la piel) se vuelve irregular. El sol estimula la producción de melanina, pero con el tiempo esta se acumula en ciertas zonas, formando estas manchas planas y marrones de distintos grosores. A menudo las vemos en las manos porque olvidamos proteger estas zonas, a pesar de estar expuestas a diario.
El envejecimiento natural también influye. La piel se vuelve más fina, más frágil y se regenera con menos eficacia. Si bien esto no es peligroso en sí mismo, si una mancha cambia (forma, color, textura), es recomendable revisarla.
Buenas noticias: ¡Existen tratamientos para reducir estas manchas y pasos sencillos para prevenirlas!
El secreto de la casa: Un trío de ingredientes que trabajan juntos para crear una piel radiante.

Continúa en la página siguiente