Puedes construir el amor como una casa: a partir de pequeñas cosas…

No buscábamos un hijo biológico. Quizás haya un niño por ahí que se parezca a mí, quizás no.

Pero sé que la maternidad no se mide por el ADN. Está en el corazón, en los terrores de la noche, en el amor incondicional.

Y la confianza… no se construye de nuevo. Simplemente cobra vida poco a poco.

Al principio, como una llama débil. Luego, como la calidez de una mano que finalmente decidiste tomar de nuevo.

Y cuando Lucas me preguntó una vez:

«Mamá, ¿qué significa “milagro”?»

Le respondí:

«Es cuando todo se derrumba, pero el amor persiste».

Fin.

Leave a Comment