1. Calentar la leche: Verter la leche en una cacerola grande y calentar a fuego medio. Remueve de vez en cuando para evitar que se queme. La leche debe alcanzar una temperatura entre 80-85°C (no debe hervir, debe estar tibia).
2. Añade el ácido (jugo de limón o vinagre): Una vez que la leche esté tibia, añade las 3-4 cucharadas de jugo de limón (o vinagre) mientras continúas mezclando suavemente. Si después de unos minutos la leche no empieza a cuajar, puedes añadir un poco más de zumo de limón o vinagre, pero ten cuidado. La leche debería comenzar a separarse en cuajada (los sólidos) y suero (el líquido).
3. Dejar reposar: Una vez que la leche haya cuajado, apagar el fuego y dejar reposar la mezcla unos 5-10 minutos para que se asiente la cuajada.
4. Cuele la cuajada: coloque un colador grande o un paño sobre un recipiente. Vierta la mezcla de leche cuajada en el colador para separar la cuajada del suero. Deje que el suero se escurra completamente. Si lo deseas, puedes reservar el suero para usarlo en sopas o batidos.2. Añade el ácido (jugo de limón o vinagre): Una vez que la leche esté tibia, agrega las 3-4 cucharadas de jugo de limón (o vinagre) mientras continúas revolviendo suavemente. Si después de unos minutos la leche no empieza a cuajar, puedes añadir un poco más de zumo de limón o vinagre, pero ten cuidado. La leche debería comenzar a separarse en cuajada (los sólidos) y suero (el líquido).
3. Dejar reposar: Una vez que la leche haya cuajado, apagar el fuego y dejar reposar la mezcla unos 5-10 minutos para que se asiente la cuajada.
4. Cuele la cuajada: coloque un colador grande o un paño sobre un recipiente. Vierta la mezcla de leche cuajada en el colador para separar la cuajada del suero. Deje que el suero se escurra completamente. Si lo deseas, puedes reservar el suero para utilizarlo en sopas o batidos.
5. Formar el queso: una vez filtrada la cuajada, pasarla a un bol y añadir la sal. Mezclar bien para que la sal se distribuya uniformemente.
6. Formar el queso: Si desea un queso fresco más firme, coloque la cuajada en un molde o forma y presione ligeramente para compactarla. Si prefieres un queso más blando puedes dejarlo así.
7. Refrigerar: Coloque el queso fresco en el refrigerador para que se enfríe y se endurezca. Podrás disfrutarlo inmediatamente, pero el sabor será aún mejor si lo dejas reposar unas horas.
8. Disfruta de tu comida: ¡tu queso fresco está listo! Puedes cortarlo en trozos y disfrutarlo con pan, en ensaladas, en tacos o como prefieras.