En un bol grande, combine las migas de galletas con el queso crema ablandado y el extracto de menta. Mezcle bien con una batidora eléctrica a velocidad media o a mano con una espátula resistente hasta que la mezcla esté completamente uniforme y se mantenga bien unida.
Cubre el recipiente con film transparente y refrigéralo durante 15 minutos para que se endurezca un poco y sea más fácil formar bolitas.
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Formación y recubrimiento de las trufas
Cubre una bandeja para hornear grande con papel de pergamino. Con una cuchara medidora de 1 cucharada o una cuchara pequeña para galletas, divide la mezcla en porciones y hazla rodar entre las palmas de las manos para formar bolitas suaves y uniformes. Colócalas en la bandeja para hornear preparada.
Una vez que todas las trufas estén enrolladas, coloque la bandeja para hornear en el refrigerador durante al menos 15 minutos para que se endurezcan.
Mientras tanto, prepara la cobertura de chocolate blanco. Coloca las pepitas de chocolate blanco en un recipiente apto para microondas. Caliéntalas en intervalos de 30 segundos al 50 % de potencia, revolviendo entre cada intervalo, hasta que se derritan por completo y queden suaves. Ten cuidado de no calentarlas demasiado, ya que el chocolate blanco puede endurecerse fácilmente.
Saque las trufas del refrigerador. Trabaje una a la vez y sumerja cada bola en el chocolate blanco derretido con dos tenedores para asegurar una capa uniforme. Retire el exceso de chocolate y vuelva a colocarlas sobre el papel pergamino.
Espolvorea inmediatamente cada trufa con bastones de caramelo triturados antes de que el chocolate se endurezca.
Almacenamiento y servicio
Coloque las trufas terminadas en el refrigerador durante al menos 30 minutos o hasta que el chocolate esté completamente cuajado. Guárdelas en un recipiente hermético en el refrigerador hasta por 2 semanas.