Un millonario entró en una residencia de ancianos para hacer una donación… pero se quedó paralizado cuando una anciana levantó la cabeza, lo miró fijamente y susurró su nombre. Y en ese momento, se dio cuenta de que no era una residente cualquiera, sino alguien a quien creía perdido para siempre…
Carmen sobrevivió. Sufrió pérdida de memoria, pero estaba consciente. Estaba confundida, pero no incapacitada.
Y entonces llegó la devastadora revelación:
“Una mujer afirmó ser su única familia y la sacó del hospital”.
El nombre que firmaba en los documentos era:
Ramona Ortega.
Leonardo luchaba por respirar. Durante toda su vida, la mujer en la que confiaba le había arrebatado todo a su madre, incluso a él.
Mario continuó:
“Tu madre no dejó de decir ni una palabra en el hospital. Un solo nombre.”
“Leo.”
La caja fuerte oculta y la forja
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