Y en aquel jardín lleno de luz, Guillaume comprendió que por fin había encontrado lo que el dinero jamás podría comprar: un hogar.
El amor sincero tiene este poder mágico: devuelve nuestras prioridades a su lugar legítimo.
Y en aquel jardín lleno de luz, Guillaume comprendió que por fin había encontrado lo que el dinero jamás podría comprar: un hogar.
El amor sincero tiene este poder mágico: devuelve nuestras prioridades a su lugar legítimo.