¿Y si la sinceridad de una niña valiera más que todas las apariencias del mundo? Esa es la inesperada lección que aprende Guillaume Lemaire, un adinerado empresario acostumbrado a controlarlo todo. Aquel día, en su inmensa mansión, creía que iba a celebrar una sencilla reunión social. Sin embargo, unas pocas palabras de su hija lo cambiarían todo…
Un plan perfecto… hasta que su hija habló.

Tras la muerte de su esposa, Guillaume Lemaire vivía solo para dos cosas: su trabajo y su hija de seis años , Émilie , su luz. Con el deseo de reconstruir su familia, había organizado una recepción bastante inusual. A su alrededor, bellas jóvenes, cuidadosamente seleccionadas, tenían como objetivo captar la atención de Émilie para que aceptara una nueva figura materna.
Pero cuando la niña, con su vestido azul celeste, señaló a Claire —el ama de llaves de la finca—, un silencio se apoderó de la habitación. «Quiero que sea mi mamá», dijo sencillamente, bajo la mirada atónita de su padre.